Summer Dreaming

Y bueno, ¿qué es lo que pasa cuando finalmente decidís que merece una oportunidad, no solo una persona (no el amigo gay eh, el otro, que aunque ni lo percibiste estubo ahí siempre hablando, diciendo cosas lindas y de la mejor manera), pero más allá de esa persona, VOS? Porque a esta altura pensás que pudo haber sido un capricho, que lo ES. Que con tantas cosas en contra, no hay ningún motivo por el cual debería seguir encantándote como lo hace.
Y ahí está el otro, feliz de que al final todo lo que hizo por vos dio sus frutos, y vos subís, lo dejás solo andá a saber dónde, te vas a donde están todos tus amigos, y lo ves a él... a tu capricho. Y te hacés la que no lo ves, obvio... hablás con todos sus amigos, y te das cuenta de que te mira, pero no haces nada (el tampoco hace nada, ¿no?)... más allá de todo querés paz. Porque seguís confiando en un yo muy tuyo que te dice que no es todo lo malo que parece ser. Y estás ahí, parada... y llega el otro, feliz y te besa, y te dice que no lo puede creer, que se va a dormir con una sonrisa, que NO! que no puede ser que vos hayas estado con él... y mil cosas lindas, lindas, lindas. Y vos agradecés, pero también lo vez al capricho mirando... y te mata.
El otro se va, feliz de la vida, y vos seguís hablando con los amigos del capricho, y el capricho llega y se sienta al lado tuyo... su amigo te dice si los deja solos, vos decís que no, pero querés que esté todo bien. Y te vas... y nunca hizo nada por vos él... pero ese apretoncito que te da cuando te saluda, como queriendo retenerte, es para vos TAN pero tan suficiente, y tan significativo... que por ahí no es nada, pero te estremece.
Y llegás a tu casa, lo pensás, y... mierda.