8.8.09

Atarlo en corto es ayudarlo a huir, caprichoso como el azar, más frágil que la amistad, veneno para el corazón, te besa y se va, dejándote desnuda frente al mar. Te pone a cien, te trata mal, te da placer, te hace alucinar; cuando mira, cuando abraza, cuando toca. Es un rufián, es un pendón, es un don Juan... Es como un ciclón, que te abraza cuando pasa por tu boca. Puede ser un traidor, puede ser exquisito e informal. Puede ser una obsesión, una enfermedad. Es capaz de hacer reír y de hacer llorar... capaz de herir y hasta de matar. Como un ángel, como un loco. Como un príncipe, como un impostor. Dice cosas que nadie puede resistir. Es tan perverso y tan infantil... Tan embriagador como el vino... como el sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario