20.7.09

(Posible nota)

Basta. Me cansé. Y si estoy haciendo esta nota, ni siquiera es porque me importes. Es porque si bien ya te aclaré un poco el panorama de la vida más allá de tu burbuja rosa, yo sí hablo de frente, pero como vos no, y me estuviste insultando frente a mis amigos, y así también deberás haberlo hecho con otras personas, que no me importan, creo que tengo el derecho de ser mi propia defensa, por Facebook, como también elegiste vos como medio para decir algunas cosas. Vos ya hablaste mucho, ahora me toca a mí.

Desde el momento que cortamos, te pedí expresamente, que aunque seas peor que una mina (y no me dejás mentir, te lo dije con esas palabras), que aunque seas peor que una mina hablando, respetaras lo que algún día habíamos tenido, y te fijes acerca de lo que hablabas, que había cosas que eran tuyas y mías. De nadie más. Que creía que no te había hecho nada, y vos estuviste de acuerdo.

Todo bien hasta ahí, entre nosotros digo. Pero o te importó muy poco, o te olvidaste muy rápido, y una semana después, no se si te acordarás, estuviste diciendo cosas que (si yo hubiera sido una puta, te hubiera hecho la vida imposible o cagado) un pibe un 5% maduro y 3% hombre no hubiera dicho, un boludo en definitiva. ¿Fue porque estabas en pedo? Un boludo por ponerte en pedo.

Y me callé, porque todo lo que vos no tenés de hombre ni de maduro yo si lo tengo de mujer, pero hablando un día con un amigo en común, me enteré que la historia que se comentaba era, según vos, que ME HABIAS DEJADO, porque YO creía que vos les tenías ganas a las chicas de segundo (que no me canso de aclarar, como te aclaré a vos en su momento, no tengo ningún problema con ninguna, y aunque no me llevo mucho, me caen bien).

Primero, aunque hubiera sido así, me das la razón. Por ahí te quedé muy grande, es lo único que te puedo decir ahora que lo veo todo de lejos y lo más objetivamente que puedo (que se cuide la que siga que el año que viene vas a querer una de noveno).

Segundo, te olvidaste de comentar que una semana antes de cortar, en la casa de Mauro, yo te pedí que cortáramos, por varias razones, porque sí tengo fundamentos (te nombro algunas, si querés para refrescarte el cerebro: que la relación en lugar de avanzar, no es que estaba estancada, sino que iba para atrás; que no me jodía que estuvieras con tus amigos, porque de hecho yo también AMO estar con los míos, pero si había tiempo para ellos y no había más tiempo para mí lo más lógico me parecía que no estuvieramos más juntos, y te lo dije de buena manera (y vos me diste la razón); que había cosas que habían cambiado, y que si a esa altura cambiaron no creía que volvieran a ser lo mismo (acá te recuerdo que vos me dijiste que te dabas cuenta de que estabas distinto, que hasta con tu mamá te peleabas más); hablando de tu cambio, me comentaste que por ahí algunas bromas (en las cuales yo quedaba como una pelotuda) era parte de vos que no ibas a cambiar, a lo que yo te dije que no quería que cambies y siempre te lo había dicho, pero que con el tiempo parecía que te habías ido olvidando que estar en una relación no significa vos, como seas, y por otro lado yo, sino que cuando estás en pareja, hay cosas que no hace falta que te diga que me molestan, porque se da por entendido que no se pueden hacer determinadas cosas; que vos tenías derecho a ponerte celoso, enojarte, y pedir perdón todas las veces que quisieras, y estaba todo bien, pero a mi que ni se me ocurriera nunca decir nada; entre otras cosas, todas en este tono). Estábamos en que hablamos ¿no? Si no recuerdo mal, vos me dijiste que creías que teníamos que tener más de una oportunidad, y que no me ibas a perder, que me amabas (a todo esto yo llorando como una boluda, porque no era fácil para mí desprenderme de una relación, a lo que me refiero es a que no me estoy haciendo la superada, pero creo que tenía un poco más de visión a futuro que vos, ¿no?). Todo bien.

Tercero, el día que cortamos, una semana después, me dijiste que querías hablar conmigo, y me dijiste que creías que tenía razón con lo que te había dicho a la mañana, que lo mejor era cortar (yo no te había dicho de cortar, porque sí te escuché durante la relación y una semana antes VOS me habías dicho que no me ibas a perder, que creías que teníamos que tener más de una oportunidad), pero bueno, vos conocías mis motivos, y cuando te dije que me parecía bien, vos me dijiste “no, no está bien”. Estábamos en medio de handball, no era el lugar (pero rescato que evolucionaste; de querer hablar los temas importantes por MSN, por lo menos me habías entendido, y estabas hablando personalmente), pero cuando terminé de entrenar seguimos hablando, y yo te dije que me parecía bien, que vos conocías todos mis motivos (con los que expliqué arriba me quedé corta), pero que aunque me parecía bien quería conocer los tuyos. Ni uno me pudiste dar. Y no solo eso, sino que tiraste un “hay, cada vez me estoy arrepintiendo más de estar cortando” ¿qué esperabas que te dijera? (obviamente me había dolido toda la situación, me parecía lo mejor, pero lloraba como una idiota que soy).

Y me acabo de acordar, que ni siquiera querías cortar, que me pediste un tiempo, y yo te dije que no. Que te dije que no iba a ir al cumple de Naty, y vos me dijiste que sí, que fuera, que cómo no iba a ir. ¿Para qué? No se si será muy complejo para vos, pero si de verdad lo que una pareja quiere hacer es cortar con su relación, tiene que EXISTIR un corte de relación, sino sería un poco masoquista intentar no pensar más en la otra persona, cuando a todo momento la estás viendo y estás haciendo cosas que pueden llegar a recordarte momentos juntos, creo que hice lo mejor e inclusive te ayudó más a vos que a mí, no fue egoísta, sino que te juro que todo lo contrario, esto si de verdad querías cortar, te repito. Igualmente, te dije que, sinceramente, contabas conmigo para lo que necesitaras.

Pero me cansé de ser la idiota, de enterarme que hablás mal de mí con mis amigos, está bien, nuestros amigos, pero podés preguntarle a cualquiera, y yo de vos no dije ni una palabra, o si dije algo fue justificándote, cuando amigos tuyos me decían “es un boludo, no se da cuenta de lo que está haciendo, no ve lo que se pierde”, diciendo yo, como una estúpida que soy, siempre queriendo encontrar el lado bueno de todos, “no, por ahí no estaba preparado para una relación”.

Me enteré que habías dicho una gilada en el cumple de Murias, y me callé, por respeto. Me enteré que para todos los chicos, yo era la dejada histérica, y me callé, porque también eran tus amigos, y me parecía que no tenía que hablar de eso con ellos, no quería ser yo la que pudiera cambiar su punto de vista acerca de vos, aunque me jodiera saber que las cosas no habían sido así, y que ellos siendo también mis amigos, creyeran algo que no era, y que por ahí cada vez me alejaba más no hablar con ellos del tema. Todo por respeto.

Se ve que te habrás sentido tocado, que quisiste solucionar las cosas, aunque claro, no te puedo pedir una charla adulta, pero me ETIQUETASTE en una nota, como “la persona con la que quisieras arreglar las cosas”. ¿Qué esperabas? No sé, de última, si querías arreglar las cosas, mínimamente podrías haber HABLADO conmigo, no te pido mucho, el MSN, tu medio favorito para hablar temas importantes, me alcanzaba. Te imaginarás que con todo lo que habías dicho y hecho, yo muchas ganas no tenía de hablar con vos.

Pero como si fuera poco, no solo no hiciste nada, sino que, aunque yo (que nunca te insulté, ni hablé mal de vos frente a NADIE, y eso se lo podés preguntar a cualquiera), aunque yo lo único que hice fue remitirme a IGNORARTE, vos empezaste, de acuerdo a tu forma MADURA de actuar, a seguir insultándome, diciendo cosas por lo bajo si pasaba cerca tuyo. La verdad, me importaba en el sentido de que creí estar ocho meses y medio con una persona que desconocía en esos momentos, y desconozco hoy en día (aunque ese es otro tema, que si querés hablarlo cara a cara, te invito, pero me parece que no tiene por qué enterarse nadie que no seamos vos y yo, porque es cosa tuya), pero como estabas TAN pelotudo, no me importaba más que en ese sentido, porque nunca hubiera elegido para mí un pibe así, así que me ayudaste mucho a ponerme mejor de lo que estaba.

Y estaba cada vez mejor, aunque le decías a amigas mías cosas que sabías que me iban a contar, o les preguntabas qué me pasaba, claro, cómo me ibas a preguntar directamente a mí, o les decías que ibas a venir a hablar… se ve que tus palabras, como el dicho, que se aplica perfectamente, lo dice, se las lleva el viento, o sos mucho ruido y pocas nueces. Aclaro por si no entendiste, si por vos fuera, yo todavía estoy acá, sentadita esperando.

Y los otros días te juntaste de nuevo con todos, en las reuniones que hacíamos siempre, y sabés que dijiste algunas cosas desubicadas, o emitiste miradas que podías haber evitado, que fuiste obvio con algunos comentarios, y en un punto, que no tiene nada que ver conmigo, sino que estabas bardeando a alguien, me dieron ganas de mandarte a la mierda, como lo hubiera hecho con cualquiera de los chicos, como amiga, si siento que necesitan un cable a Tierra, porque bardeabas como si fueras el dueño de la verdad, pero pensé que iba a parecer algo personal, respiré hondo, y me callé, por respeto a vos y a mis amigos, porque no le quería hacer pasar un mal momento a nadie.

Y al día siguiente, no fuiste vos, fue mi mejor amigo. Cuando hablo con él, es una de las personas más sensibles que conozco (sensible, en el sentido de que como persona, siento que tiene un nivel de madurez, con el cual yo puedo hablar, y él puede hablar seriamente, de cualquier cosa, no que es un llorón, ni nada por el estilo). La cosa, es que en un momento dado, con tal de joder con vos, me hizo sentir muy, pero muy fuera de lugar. Yo quería hablar con él, y no me parecía mal compartir la misma habitación en la que vos estabas, digamos que no nos contagiamos sida ninguno de nosotros dos, y él por hacer el chistecito de machazo, de GIL, me hizo sentir mal, desubicad. MI AMIGO. No solo eso, sino que en un momento dado, él dijo refiriéndose a mi “no sé si le pasa algo” (porque por supuesto que la boluda de Eugenia no entendía cómo estaba tan pelotudo su amigo y le había pegado, y no estaba con su sonrisa de siempre), y vos le dijiste algo así como “si no le hiciste nada dejala”; él, mi mejor amigo, movió la cola y se sentó a los pies del amo. La verdad que me tocó, porque una cosa es que me hagas quedar como la loca histérica con cualquier persona, que no me importa, y otra distinta es que interfieras en la relación de mi amigo y mía, porque es mi amigo antes que tuyo, y sabés que no lo digo sin un pretexto válido, no sé si entendés a qué me refiero, sino preguntame, no da escribirlo acá, yo no voy a interferir en ninguna relación que vos tengas con nadie, no te quiero hacer quedar mal con nadie, no es mi estilo.

Bueno, retomando, eso me tocó un montón, y me callé la boca otra vez.

Pero hoy, me enteré que no solo bardeas en situaciones aisladas, sino que frente a mis amigos y tus amigos (frente a los cuales yo NI hablo de vos, porque, te repito, no me interesa modificar la opinión de nadie), me seguís hoy, pasados tres meses, insultando. Que soy una boba, que ellos (algunos mis mejores amigos) porque no me conocen, pero que si me conocieran se darían cuenta, que cada día me soportas menos (no sé qué es lo que soportas menos, porque ni te dirijo la palabra, ni hago alusión a vos, ni NADA; para mi NADA).

La cuestión es que me HARTE. Me harté de tratar de justificar todas las pelotudeces que haces y decís. Me harté de verte subido a ese pony que no sé de dónde lo sacaste, porque, te tengo que refrescar la memoria, vos antes no eras así (y si querés sabes más, te reitero, preguntame que podés hablar no solo para decir boludeces eh), bueno, me harté de verte subido a ese pony imaginario, paloma, no se qué es, y que nadie te pare el carro cuando creeme que hay muchas personas que opinan igual que yo, y respecto a eso, HACE LO QUE QUIERAS, pero tené cuidado, porque si algún día decidís salir de tu nube de pedo y ver la realidad, te vas a caer a la mierda, ni es caballo ni galopa. Me harte de tenerte respeto, palabra que no conocés, me cansé, me hartaste.

Soy buena pero no pelotuda, y que ese respeto que tenía hacia tu persona te haga creer que podés hablar de mí, podés decir lo que quieras, podés pasarme por arriba, porque total la boluda de Eugenia sí tiene códigos y se calla, me da por las bolas. No te respeto más, ya te respeté para toda la vida y más de lo que te merecías, ahora me toca a mí. ¿Soy una pendeja? Vos sos más pendejo, y te juro que me da pena que un pibe de casi 20 años no pueda resolver su vida, y te sigo deseando lo mejor, como te dije cuando cortamos, sabés que contás conmigo, y de hecho todo esto no es más que para que te despiertes un poquito, de onda (te juro que me siento mal de estar escribiendo esto, pero sino voy a explotar, y por otro lado no te va a venir mal un poco de aire fresco).

En realidad sí es más, es para que te quede claro que podés decir lo que quieras de mí, pero por lo menos ahora todas las personas con las que hablaste, también van a saber la otra mitad, y si no importan todas las personas, por lo menos para mis amigos no voy a ser más la que quisiste pintar que era, si alguna vez lo fui para ellos.

Suerte querido. Golpe en la frente. ¿Reaccionaste o fue muy largo para vos y no terminaste de leerlo?

Feliz día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario