Hay cosas muy simples que nos cuestan mucho decir... a mi me cuesta mucho decirte adiós, sobretodo después de haber compartido todo este tiempo juntos.
Aunque quizás, antes de decir adiós tenga que decirte gracias; por esto gracias, por este tiempo de amor, esperanza y alegría. Gracias.
Decir adiós, también es hacer una promesa: nunca te voy a olvidar, siempre te voy a llevar en el corazón, porque sos parte de mi historia.
Decir adiós, es desearte lo mejor, por si no vuelvo a verte más. Es confesarte que te voy a extrañar mucho, y prometerte que voy a ser feliz cuando vuelva a verte, a encontrarte. Gracias.
Y tal vez, para decir adiós lo mejor es no decirlo, mirarse a los ojos y despedirse así, sin decir adiós.
29.11.10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario